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James Bond solía tomar un Negroni cuando no estaba de humor para un Martini, y cuando Orson Welles lo probó por primera vez en 1947, comentó: los bitters son excelentes para el hígado, la ginebra es mala para el cuerpo. Debe existir un equilibrio entre ambos. Este cóctel de preparación simple y sabor complejo es un clásico de la coctelería que vale la pena disfrutar.
Para este verano, Il Becco Reforma se consolida como uno de los establecimientos más enraizados en la cultura italiana en la capital de México, al crear uno de los menús más amplios de Negronis en toda la ciudad: variantes de este clásico del mundo de la coctelería, con ingredientes únicos y de calidad, además del sello característico de fine dining de este restaurante trasladado a la mixología de alta gama
Uno de los principales atributos del Negroni es su simplicidad. Esto abre la puerta a la experimentación, a buscar ingredientes más frescos e interesantes que se puedan adaptar a la receta original de este emblemático cóctel, el cual fue creado en Italia a principios del siglo pasado por un emblemático bartender florentino, en una colaboración fortuita con el conde Camilo Negroni.
Cuenta la historia que en 1919, un conde italiano llamado Camillo Negroni, conocido como un joven astuto y cliente habitual del Bar Casoni, más tarde llamado Caffe Giacosa, en la calle Tournaboni de Florencia, un día pidió que su cóctel Americano estuviera un poco más cargado. El barman, Fosco Scarselli respondió cambiando la soda por ginebra y la combinación se convirtió en el cóctel habitual del conde. Otros clientes del bar pronto comenzaron a pedir una de las bebidas del Conde Negroni y después de un tiempo, la bebida simplemente se conoció como Negroni.
Hoy, Il Becco Reforma le hace un tributo al legado de este trago presentando una carta con una extensa gama de Negronis: desde la versión original que se sirvió por primera vez en Florencia, hasta recetas originales creadas por el mixólogo Israel Sánchez, quien tiene una amplía experiencia en establecimientos afines a la cultura italiana, enfocándose siempre en los sabores y elementos tan particulares de esta gastronomía para aplicarlos en la mixología que diseña.