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La casa relojera suiza, Jaeger-LeCoultre se distingue por sus diseños elegantes, prácticos e innovadores, así como por la atención que presta a los detalles de los mismos. Su emblemático Reverso ha sido reinventado en diferentes ocasiones para deslumbrar al mundo con creaciones exclusivas y esta vez no es la excepción.
Para este año, Jaeger-LeCoultre profesa su amor por el arte clásico y devela su colección Reverso Tribute Enamel Hidden Treasures. Una colección exquisita que presenta tres piezas pintadas a mano para rendir tributo a tres obras clásicas.
La colección se inspira en las obras “Puesta de sol en Montmajour” de 1888, creada por Vincent Van Gogh, “Vista del Lago Ginebra” de 1874 por Gustave Courbet y “Retrato de una dama” por Gustav Klimt de 1916.
Cada reloj de la colección ostenta en su parte adversa una recreación detallada de estas piezas clásicas, pintada a mano con barnices Grand Fleu. Además, todos los relojes funcionan con el movimiento Calibre 822/2 de cuerda manual de Jaeger-LeCoultre y cuentan con correas de cuero negro y cajas de oro blanco.
Adquirir uno de estos tesoros no será una tarea fácil. Jaeger-LeCoultre ha producido únicamente diez piezas de cada modelo, por lo que estos relojes son considerados piezas exclusivas para coleccionistas de alto nivel.
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