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Una de las cosas que tenemos que agradecer de la pandemia ha sido la apertura que ha traído a la sociedad para hablar abiertamente de temas de salud mental. Ahora, somos más los que sabemos que palabras como: ansiedad, depresión o ataques de pánico, son vocabulario común y temas con los que muchos lidiamos.
Pero, ¿cómo podemos ayudar y entender mejor a los pequeños en casa? Lo primero es que tú conozcas tus emociones y sentimientos y controles tu ansiedad. Esta es sin duda la mejor manera de hacer que tus hijos se sientan seguros. Si tú o tus hijos se sienten preocupados, aprender a controlar su ansiedad de una manera saludable ayudará a toda tu familia a ser más resilientes, no solo ahora, sino también cuando la pandemia finalmente termine.
Aprender a tolerar la incertidumbre
“El tratamiento para la ansiedad no es hacer que el miedo desaparezca, es controlar el miedo y tolerar la incertidumbre”, explica el doctor Jerry Bubrick, psicólogo clínico del Child Mind Institute. Así que los niños que han estado en tratamiento para estos casos, actúan como si tuvieran una respuesta inmunológica o estuviesen vacunados en contra de la incertidumbre. Ellos se han preparado para esto y ahora pueden usar sus habilidades.
Para muchos de ellos el coronavirus no los está afectando tanto como a aquellos que no estamos acostumbrados a lidiar todos los días con esa incertidumbre.
Según expertos, muchos padres experimentan mayor dificultad al lidiar con el estrés post Covid-19 en comparación con sus hijos y algo de la ansiedad que los niños experimentan ha sido transmitida de forma inadvertida por padres sobre estresados.
Como papás, necesitamos poner el ejemplo de cómo deben reaccionar a eventos estresantes al manejar la ansiedad de forma saludable. “Creo que debemos ser conscientes de estar presentes y mantenernos enfocados en lo que realmente está pasando y no dejarse llevar por actitudes fatalistas”, recomienda el Dr. Bubrick. Si les enseñas a tus hijos el pensamiento catastrófico y que la preocupación inmediata el llanto y el miedo sean tu primera respuesta, ellos aprenderán que esa es la forma de afrontar un asunto.
¿Cómo mantenerse en calma?
Cuida la información a la que tienes acceso. Si bien es importante mantenerse informado y conocer qué es lo más importante para mantener segura a tu familia, también es importante que lo que estés leyendo sea realmente útil. Entre tanta información es fácil perderse.
Considera poner un límite a la cantidad de noticias y artículos que leas, o cuánto tiempo le dedicas a informarte acerca del coronavirus y otras noticias todos los días. Una cosa es estar bien informado y otra es sobreexponerse. Asegúrate que tu consumo y fuentes de información no sean el origen de tu ansiedad.
Enfócate en lo que estás haciendo en este momento. Asegúrate de estar en el presente y viviendo cada momento. Practicar el mindfulness sólo o con tus hijos suele ser una gran práctica que brinda las herramientas para ayudarlos a mantenerse en calma y actuar con asertividad.
Confía en las rutinas
Establecer una rutina que incluya ejercicio y otras actividades físicas, comidas regulares y en porciones saludables y con horarios de sueño establecidos es algo crucial para controlar nuestro humor y preocupaciones. Debido al COVID-19 y las precauciones que este ha implicado para los niños, esto puede parecer difícil, pero buscar nuevas maneras de adaptarse e iniciar una nueva rutina los hará sentir menos ansiosos y más productivos.
La vida sigue, es importante seguir avanzando, crear, agendar y fijar objetivos.
Atención a los más pequeños
Cuando los niños sienten ansiedad esto puede o no ser evidente para los papás. Existen muchas maneras en las que ellos lo demuestran. Entre estas se incluyen:
- Búsqueda constante de reafirmación ( preguntas como: ¿vamos a estar bien? ¿el abuelo va a estar bien?)
- Renuencia a separarse de los papás
- Síntomas físicos como dolores de cabeza o estómago
- Berrinches o ataques
- Dificultad para dormir
Para muchos niños, especialmente los más pequeños, no es siempre fácil expresar lo que sienten, por lo que una herramienta muy útil puede ser una gráfica de emociones, que puedes encontrar fácilmente en internet, o incluso usar un semáforo para hablar de la intensidad de sus emociones. En este la luz roja sería que se sienten agobiados o abrumados, la amarilla es que se sienten algo preocupados y la luz verde dice que todo está bien.
En el caso de los adolescentes, el Dr. Bubrick recomienda hablar primero de ti mismo. Puedes decir algo como, “leí este artículo hoy y me hizo cuestionarme sobre esto y aquello. ¿Has visto algo al respecto? y ¿qué opinas?.
Herramientas para ayudar a niños con problemas de ansiedad
Ayuda a estructurar su día
Como papás es fácil pensar que poner límites a un niño es una forma de facilitarnos nuestras vidas, cuando la realidad es que hacen maravillas por ellos. Para los pequeños es fácil aburrirse o volverse displicentes si no tienen estructuras y volverse presa fácil para la ansiedad.
Asegúrate de crear una estructura en su agenda diaria cuando estén en casa.
Alterna entre los deberes de casa y las tareas algunas actividades más divertidas y períodos de descanso. Al relajar las restricciones, explica la importancia de mantener la sana distancia aún con familiares y al estar al aire libre.
Aprovecha las video llamadas y otras herramientas para coordinar grupos de ejercicio y otras oportunidades para que sociabilizen entre amigos.
Evita darles demasiadas afirmaciones de seguridad
El Dr. Bubrick recomienda a los padres de chicos de todas las edades que eviten caer en un ciclo de brindar demasiadas afirmaciones de seguridad. Los chicos pueden llegar a ser dependientes de estas y querrán escucharlas más seguido y con mayor impacto. Y cuando el padre no puede brindar la seguridad que el chico está buscando, su ansiedad sólo empeorará.
En su lugar, recuerda a tus hijos lo que ellos pueden hacer para cuidarse como (lavarse las manos, no saludar de beso y permanecer en casa) y alienta en ellos el mantenerse enfocados en el presente.
Tú eres su mayor ejemplo. Enséñales a estar en calma
No compartas con tus hijos tus preocupaciones, ya sea de forma intencional o por descuido. encuentra formas de calmarte y recuerda que cuando esto termine tú y tus hijos habrán aprendido cosas nuevas. Piensa en ¿qué pensarán ellos de la forma en que manejaste esta situación? Dirán “Wow! realmente me impresiona la forma en que mamá y papá mantuvieron la calma… o pensarán que el mundo es un lugar escalofriante.
Y bueno, si hablamos de las cosas buenas que trajo esta pandemia solo piensa en cuánto tiempo has podido pasar con tu familia y qué has aprendido de ellos durante este.
Y para ti y los tuyos ¿qué es lo que más agradecen de este tiempo?
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