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Existen diferentes mitos y creencias falsas sobre el ejercicio y el desarrollo físico de nuestro cuerpo. Por ejemplo, el pensar que nuestros antepasados eran increíblemente fuertes, que o tienes fuerza o tienes velocidad, que es normal volverte menos activo físicamente con el paso de los años, que existe una cantidad o tipo ideal de ejercicios y mucho más. Es por eso que el profesor de biología y evolución humana de la universidad de Harvard, Daniel Lieberman, escribió un libro para desmentirlos, desde la perspectiva de la evolución y la antropología. Éstos son algunos de sus resultados:
¿Cuál es la cantidad perfecta de ejercicio?
Si existe alguna actividad física clave para la evolución humana definitivamente es caminar. Esta es la forma más elemental de actividad física. Para nuestros antepasados el cazador promedio caminaba entre diez y quincemil pasos por día. Mientras que hoy en día, antes de la pandemia la persona promedio caminaba un aproximado de 4,700 pasos por día. Existen estudios que afirman que en los Estados Unidos solo el 20% de las personas adultas realizan el mínimo de actividad física recomendada por las diferentes instituciones de salud que es de 150 minutos por semana.
Correr arruinará mis rodillas
Existen más de una docena de estudios avalados por los más altos criterios e instituciones más serias que demuestran que aquellas personas que corren no muestran ningún riesgo adicional de contraer artritis y otras dolencias en las articulaciones. De hecho, muchos de estos demuestran que actividades físicas como correr pueden provocar la autoreparación de lesiones y ayudan a conservar su salud. De hecho, la mayor parte de las dolencias se deben a una mala técnica al correr.
¿Cuál es el error más grande al hablar de ejercicio?
Creer que con el paso del tiempo es normal volverse menos activo físicamente. En el continente americano la fortaleza física se reduce drásticamente con el paso de los años. Para los sesenta años la mayor parte de la población es muy frágil. Sin embargo, como se observa en las comunidades recolectoras que se mantienen activas, sus habitantes conservan su fuerza debido a su actividad. Seguir cargando, caminando y moviéndose es lo que los mantiene fuertes. Esta fuerza es muy importante ya que uno de los problemas más serios de la senectud se trata de una enfermedad llamada Sarcopenia. Sarco, significa carne y Penia es igual a pérdida. Esto quiere decir literalmente pérdida de la carne. En el mundo occidental, cuando la gente envejece tienden a perder mucha fuerza y energía lo que dificulta aún las tareas más básicas. Cuando eso ocurre la gente se vuelve menos activa, al diminuir su actividad se va perdiendo también su condición y esto da inicio a un terrible círculo vicioso.
Con el paso del tiempo el entrenamiento de fuerza se vuelve cada vez más importante para evitar la pérdida de vigor básico para conservar tu salud y mantenerte fuerte
Los humanos somos una especie muy especial que a diferencia de otras, hemos evolucionado para seguir viviendo mucho tiempo después de nuestra etapa de reproducción. Continuamente consideramos los efectos de la actividad física en nuestra esperanza de vida. Es decir, en cuánto viviremos, pero antes de la medicina moderna lo que determinaba cuánto tiempo vivías dependía de cuántos años estabas saludable. O lo que es lo mismo cuál era tu esperanza de salud. Esta es la más importante y lo que la actividad física hace es aumentar tu esperanza de salud, aumentando así tu esperanza de vida.
La evidencia es indiscutible, realizar actividad física con el paso de los años es cada vez más importante para conservar tu salud, a diferencia de la creencia popular.
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