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Todos saben que la primera impresión jamás se olvida y nuestra vestimenta y nuestro cabello son nuestras principales cartas de presentación y esto lo dice la ciencia y los expertos de Yale, quienes afirman que un buen pelo nos ayuda a ser más productivos, sentirnos más seguros, menos estresados y más fuertes. De hecho, según un estudio de esta universidad, un pelo bonito da más energía que un buen desayuno y puede tener mayor impacto en nuestro bienestar que el maquillaje o la ropa. Por esto, para empezar el año, te presentamos cuatro tips para un cabello extraordinario.
Atención constante
Córtate el cabello cada 8 a 10 semanas para eliminar las puntas abiertas. Estas se forman cuando el cabello se daña debido a la contaminación, el tabaquismo, el estrés, etc. Esto no hace que el cabello crezca más rápido por arte de magia, pero ayuda a mantener un cabello saludable.
Antes de lavar
Tan importante es hacer un buen lavado como cuidar los pasos previos a este, un secreto a voces para un cabello increíble es contar con un ritual pre-lavado que incluya el cepillado previo al baño antes de lavar el cabello.
Al hacerlo en seco (que es cuando hay que cepillar el pelo), nuestro cabello está en su estado más fuerte y resistente. Y al hacerlo antes del lavado eliminamos restos de spray, gel o espuma y facilitamos el desenredado posterior en mojado (que debería hacerse con peine).
La base de un cabello sano es un cuero cabelludo sano y ahí radica la importancia de usar tratamientos pre-lavado adaptados a las necesidades de nuestro cuero cabelludo, al que debemos prestar la misma atención que a la piel de nuestro rostro.
Hay mascarillas purificantes, exfoliantes de cuero cabelludo, pre-champús y hasta aceites prelavados. Statement te recomienda los tratamientos de Miriam Quevedo que podrás encontrar en Origen de Belleza Palacio.
Lavado perfecto
Lavar correctamente el cabello implica tener en cuenta todos estos aspectos:
Humedecer el cabello y no aplicar el champú directamente en el pelo, sino primero en las manos y luego en el cabello. Es importante masajear la raíz y los contornos e insistir en una zona que solemos olvidar: la nuca y detrás de las orejas, dos zonas que se ensucian con facilidad porque no transpiran.
La temperatura del agua también es importante. Lo mejor es un término medio: agua templada. Si el agua está muy caliente puede estimular la producción de las glándulas sebáceas. Y si está fría, no arrastra la suciedad.
Es importante usar acondicionador para evitar que las puntas se debiliten a la hora de desenredar el cabello, además de ayudar a reducir el encrespado y la sequedad. Una alternativa amigable con tu presupuesto es la línea de HASK.
Somos lo que comemos
Nuestro cuerpo necesita nutrirse y el cabello no es la excepción, así que come saludablemente con una dieta que incluya frutas y vegetales para aportar todos los nutrientes necesarios.
Algunas de las mejores opciones para esto son:
El aguacate es fuente de proteínas, aminoácidos y contiene vitamina B y E. Esto ayuda al fortalecimiento y protección del cabello actuando como un potente reparador.
Frutos secos como nueces, avellanas y almendras gracias a sus grandes cantidades de zinc, selenio y vitamina B, para favorecer el crecimiento capilar.
Las verduras de hoja verde son esenciales para mejorar la oxigenación de nuestro cuero cabelludo pues aportan hierro, calcio y vitaminas A y C. Cuanto más intenso sea su color, más nutrientes poseen y más fortalecen el cabello.
La zanahoria es famosa por estar repleta de beta caroteno, perfecto para conseguir una tez envidiable y considerado como elemento primordial para el cuidado de la piel. Además, la zanahoria contiene multitud de antioxidantes, minerales, vitamina E, C y potasio, todos ellos maravillosos para nuestro cabello.
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Unsplash, Miriam Queved.