Estoicismo y la filosofía para mejorar nuestro día a día

Tiempo de lectura: 2 min.

Si tú también utilizas las redes y el internet para constantemente buscar formas de mejorar tu vida, seguramente has escuchado hablar del estoicismo, una corriente de pensamiento filósofo, que si bien no es nada nueva, últimamente ha ganado muchos adeptos debido a la simplicidad y efectividad que esta forma de ver el mundo aporta a nuestro día a día.

Esta corriente fue fundada por Zenón de Citio, hacía el año 300 A.C. Aunque algunos de sus exponentes más conocidos son los filósofos Séneca, Epicteto y Marco Aurelio. Para los estoicos, lo único que podemos llegar a controlar por completo son nuestros propios juicios y la forma como percibimos y entendemos el mundo.

Todo lo demás que sucede fuera de nosotros son cosas que, por más que lo intentemos, jamás estarán completamente bajo nuestro control. Esto es cosas como el amor ajeno, cumplir deseos, la percepción de otros y las posesiones. Según los estoicos cuando basamos nuestro bienestar en esas cosas quedamos a su merced y podemos terminar frustrados o decepcionados.

Pero cuando aprendemos a dominar nuestros juicios, logramos tener un mayor control de cómo percibimos – y cómo nos afecta – el exterior. Y así, podemos alcanzar la paz interior y la felicidad. Entre los adeptos a esta corriente de filosofía podemos encontrar a CEOs de algunas de las empresas más exitosas, jugadores de la NFL y ex presidentes de los Estados Unidos como George Washington.

Las tres disciplinas fundamentales del estoicismo son: el juicio objetivo, la acción no egoísta y la voluntad para aceptar.

Juicio objetivo

Nos invita a mantener la mente abierta y ver las cosas como son sin fatalizar con posibles escenarios.

Acción no egoísta

Esto se resume al viejo adagio, trata a los demás como quieras que te traten.

Voluntad para aceptar

Permanecer dispuesto a aceptar las desilusiones como parte natural de la vida.

Para empezar a practicar el estoicismo existen tres ejercicios básicos que debes dominar y trabajar constantemente. Se tratan de la “meditación estoica”, la “visualización en tercera persona” y la “visualización negativa”.

Meditación estoica

Tomar tiempo a solas para ti para reflexionar sobre tus acciones y tomarte el tiempo para escribir en un diario.

Visualización en tercera persona

Visualizarse desde la perspectiva del ojo de un ave para entender qué tan “pequeños” son nuestros problemas en realidad.

Visualización negativa

Atrévete a pensar en el peor escenario y prepararte mentalmente para aceptarlo sin sufrirlo.

Conoce más sobre esta práctica en Daily Stoic.

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Dozemode Pixabay, Sivani Bandaru, Jeremy Vessey, Annie Spratt Unsplash.

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