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El mundo de la moda se distingue por detalles inconfundibles que comienzan como un toque distintivo y a veces llegan a convertirse en sellos de las grandes firmas. Como ejemplos, basta considerar el famoso print de Burberry, el capitonado o tweed de Chanel, los nudos de Bottega Veneta o la legendaria suela roja de un par de Louboutin. Un ícono de las pasarelas y las fashionistas que este año celebra su 30 aniversario.
No existe en el mundo una suela tan famosa como la carmesí de Christian Louboutin. Hace treinta años, Christian Louboutin apareció en escena en el mundo de la moda al poco tiempo de inaugurar su boutique en el centro de París. Como en las grandes fábulas, en ese momento las estrellas se alinearon para que coincidiera con el paso de una editora de una revista estadounidense que visitaba la zona buscando locaciones y el momento exacto en el que la Princesa de Mónaco visitaba una galería de arte cercana al local. Al pasar, la editora encontró a la Princesa mirando encantada las hermosas zapatillas que engalanaban el escaparate con la primera colección de Louboutin. De inmediato, los compradores llegaron de todo el mundo y las suelas rojas comenzaron a conquistar las pasarelas y premieres de Hollywood.
La icónica suela nació en 1993 como fruto de la inspiración creativa y el ingenio de Christian Louboutin, quien al recibir de la fábrica de Italia uno de los primeros prototipos de una zapatilla de seda llamada Pensée, consideró que lo que tenía en frente palidecía ante lo que él esperaba. El zapato y su suela negra le parecían aburridos en cada ángulo que observaba. El negro de la suela le hacía sentir un vacío que necesitaba llenar. Una vez más, la suerte y la inspiración estuvieron de su lado y al ver que su asistente se pintaba las uñas en un rojo vivo, de manera espontánea y con un toque de genialidad, el diseñador le pidió la botella y comenzó a pintar la suela al instante.
Según Louboutin, la idea original era cambiar el color de la suela en cada temporada. Pero en algún momento, una clienta le contó que había conocido al hombre más encantador cuando éste la vió en la calle por el color de sus zapatos. En ese momento, él decidió quedarse con el rojo y ser parte de grandes historias como esta.
Para Christian Louboutin, el rojo es un recordatorio visual constante de empoderamiento. Destaca. Quiere ser recordado. Y es un símbolo de amor y seducción. Dos fuentes inagotables de inspiración y fascinación para Christian Louboutin.
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Getty Images.