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La danza contemporánea es el resultado de la fusión de otros bailes que encuentran su base en el ballet clásico pero este arte está exento del rigor de esta disciplina. A diferencia de la danza clásica, el contemporáneo adquiere una expresión corporal más libre en cuanto a los movimientos. La danza contemporánea es una oda a la libertad y la expresión del alma más allá del idioma y las culturas. Muestra de esto fue la novena edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de México, FIDCCDMX, que se llevó a cabo del 6 al 13 de agosto.
Esta disciplina rompe con las normas establecidas por la danza clásica y prioriza la historia que se transmite al espectador, así como la emoción en una explosión libre de movimientos. Presentaciones como “Lorca, el último poema”, “En Código Bolero, la dulce limerencia” y Telar, invitaron a reflexionar a la audiencia en temas tan poderosos como la libertad, la pérdida y la injusticia en presentaciones conmovedoras e inolvidables.
Grandes recintos culturales como el Teatro de la Ciudad, el Centro Nacional de las Artes, el Centro Cultural España y el recién inaugurado Jardín Escénico, entre otros grandes escenarios, alzaron sus telones para presentar a grandes exponentes de esta disciplina de países como Grecia, Cuba, Argentina, E.E.U.U, Israel, Macedonia del norte, Chile y más deslumbraron y conmovieron al público con sus interpretaciones.
Este evento es posible gracias a la visión de los enormes talentos y genios creativos mexicanos Rodrigo González y Raúl Tamez, el equipo de La Infinita Compañía y el apoyo de patrocinadores como Eleven11, mezcal Oro de Oaxaca, Enrique García, Magda y más. Sigue pendiente de sus redes para conocer el anuncio de la programación de su 10a edición en agosto 2025.
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