Gabriel Samra y la magia del poder de la belleza

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¿Quién es Gabriel Samra?

Gabriel Samra es un soñador y un artista de la belleza; cuando cierro los ojos lo único que siempre pienso es en crear. Mi mente es una mente creativa, de una u otra manera siempre estoy tratando de buscar la belleza en cada persona que veo. Si una persona se me acerca yo comienzo a imaginarla con un color de cabello, con un corte…es algo que pasa en mi cabeza que no puedo controlarlo. Eso es Gabriel Samra.

¿Cómo inicia Gabriel Samra en el mundo de la belleza?

Hace más de 15 años aproximadamente, cuando era productor de televisión; mi trabajo como productor era encajar todas las personas que tenían que trabajar dentro de la producción, llámese camarógrafo, audiovisual, maquillistas, estilistas, talentos, etcétera. Y una de las cosas que más me llamaba la atención, como talento y productor, era que yo veía a las artistas que tenía que entrevistar entrar al camerino, sin maquillaje y sin cabello hecho, y eran mujeres normales, comunes y corrientes, como las ves en la calle en el día a día; y de repente cuando salían del camerino, con aquel pelo producido, maquillaje, ropa; se convertían en estas divas. En estas grandes actrices que vemos a través de las pantallas. Y yo decía, impresionante como una persona puede realmente transformar su personalidad, su forma de ser, su autoestima y su forma de proyectar al mundo solamente con un maquillaje y un pelo recién hecho. Y yo decía, ¡Wow! qué lindo poder tener ese poder en las manos, de poder aportar a la vida de las mujeres – no solamente a las actrices- a las mujeres del mundo, esto de realmente empoderarse como tal. Eso fue creciendo poco a poco en mi corazón y en mi mente, poquito a poquito fue sembrando la semilla, porque constantemente lo iba haciendo. Un día, pasó lo que pasó mundial y económicamente con la recesión del 2008 y yo como productor fui una de las personas que despidieron de Telemundo NBC, y bueno, me quedé sin trabajo. En ese momento tenía un muy buen amigo que era estilista y él me dice, oye, ¿por qué no vienes conmigo a la peluquería? A trabajar y me ayudas y contestas las llamadas; haces cualquier cosa para no estar sin hacer nada.

Voy, aporto mi trabajo, ayudo, contestó el teléfono y toda la cuestión y un día necesitaba que le lavara el cabello a una clienta. Y yo pensé, ¿qué tan difícil puede ser lavar un cabello? Obviamente, no sabía lo complicado y lo complejo que es lavar un cabello. Anyway, el punto era que lo hice, me lo imaginé. le hice masaje, le puse el producto, un tratamiento y la mujer quedó fascinada. Al final, la mujer me dió una propina – por el lavado de cabello – Y dije, Bueno, ésto me parece una buena oportunidad para hacer dinero y dejar crecer esto que yo estaba sintiendo dentro de mi. Y justo ahí es donde comienza el amor al mundo de la belleza. Estando en esa peluquería, lavando pelo pr aquí, atendiendo por allá…

y un día, cuando menos lo pensé, ya estaba secando el cabello, poniendo tinte; fui al colegio, me gradué, saqué mi licencia y junto con el proceso al estar estudiando para sacar mi licencia de cosmetólogo, me vuelven a llamar para Telemundo, me vuelven a dar un show de televisión; era productor de día y estilista de noche, hacía los dos trabajos, hasta que un día ya no podía más. Física y mentalmente no podía más. Ya no podía ser tan creativo 24 horas al día porque mi mente me pedía descansar. Tenía también que dedicarse y enfocarse. Y un día – para que veas cómo las señales de la vida son tan importantes cuando uno está alerta – Thalía sacó un disco llamado “Primera fila”, donde la segunda canción del disco se llama “Enseñame a vivir”; como productor, yo la iba a entrevistar, por lo que iba al Press Junket a hacer la entrevista y todo. Entonces, iba en el carro escuchando el CD, porque en ese tiempo era CD todavía, pongo el CD en el auto y voy escuchando la canción para preparar mi entrevista, de la canción del disco y todo eso; y cuando me aparece la segunda canción, yo sentía que ella me estaba hablando a mi.

La canción dice que ha llegado el momento de ser felíz, ha llegado la hora de tomar decisiones…y pensé, las hormigas pasan por las venas de mi sangre, sintiendo amor por lo que hago, así que yo dije, ¡Ya! Debo tomar la decisión. Y en vez de ir a mi oficina, fui a la oficina del que era mi jefe en ese momento y renuncié a la producción. Y dije de ahora en adelante voy a ser un estilista, me voy a dedicar a esto y fue la mejor decisión que tomé definitivamente porque ahí cambió mi vida. Siempre lo digo en todas mis entrevistas y seminarios; cuando tú escuchas la voz de tu corazón, cuando escuchas a tu Dios, cuando escuchas ese mensaje tan fuerte, cuando sientes esas mariposas que están dentro de ti al saber que estás en lo correcto, hazle caso. Hazle caso. Mueve cielo, montañas, ríos y mares para que pase. Porque ese es tu llamado. Ese es tu legado, tu propósito y lo que tienes que hacer. No le puedes preguntar a nadie ninguna opinión, no puedes pedirle permiso a nadie, simplemente ¡Hazlo!

Ya no podía ser tan creativo 24 horas al día porque mi mente me pedía descansar. Tenía también que dedicarse y enfocarse. Y un día – para que veas cómo las señales de la vida son tan importantes cuando uno está alerta – Thalía sacó un disco llamado “Primera fila”, donde la segunda canción del disco se llama “Enseñame a vivir”; como productor, yo la iba a entrevistar, por lo que iba al Press Junket a hacer la entrevista y todo. Entonces, iba en el carro escuchando el CD, porque en ese tiempo era CD todavía, pongo el CD en el auto y voy escuchando la canción para preparar mi entrevista, de la canción del disco y todo eso; y cuando me aparece la segunda canción, yo sentía que ella me estaba hablando a mi.

¿Qué es para Gabriel Samra El poder de la belleza?

El poder de la belleza es justamente eso, el poder de transformar vidas. El poder de realmente empoderar a un género en el mundo, que para mi, es el más poderoso, la mujer. La mujer es la dueña de la sociedad. La base de una sociedad. Como cuando dicen que la mamá es el pilar de la familia, definitivamente la mujer es la base de la sociedad. A través de las mujeres es que se maneja todo en el mundo y esa energía tan poderosa que tienen las mujeres, para mí, poder ser parte de ese empoderamiento y poder ser parte de la vida de las mujeres en el mundo es lo que para mi ese el Poder de la belleza. Cuando se habla del Poder de la belleza, la gente piensa en algo muy físico y muy material. Y en parte no se puede negar, la parte física y la parte material, llámese maquillaje, cirugía, pelo.. es parte de. Para mí, el poder de la belleza comienza desde dentro; si tú como mujer estás segura de quién eres en la vida y sabes lo que quieres, eso es lo que vas a proyectar. El mundo te va a ver y tú tienes que estar segura que lo que el mundo va a ver, físicamente sea lo que realmente quieras mostrar al mundo. Por eso es que también es importante un cabello que se identifique a tu personalidad, una piel que la refleje. Inclusive, una vestimenta que refleje tu personalidad y quién eres, porque es parte de.

Muchas veces decimos no, que eso es muy banal, muy vanidoso; la cirugía de la nariz, de repente los labios, de repente en el pelo, las extensiones; puede ser. Si exageramos y enfocamos la energía solamente en eso. Y al final del camino, haciéndolo sólo así, no llegues a nada. Estás vacía. Pero si dentro de ti sabes quién eres, estás plena y conoces a dónde vas, esto banal te complementa; por esto es que tiene que haber un balance. Y yo, obviamente, como estilista, me encargo de que la parte física sea la adecuada, según quién eres. Pero también me encargo a través de mis palabras de desarrollar esa parte que está dentro de ti.

Lo que las mujeres quieren ( alrededor del mundo)

Qué buena pregunta. Yo he tenido el gusto de viajar por muchos países de Europa, América y Medio Oriente, e indiscutiblemente la mujer en cualquier raza y nacionalidad, lo único que quiere es ser feliz con ella misma . Es sentirse mujer, sentirse amada, escuchada, y deseada. Realmente no existe diferencia en las mujeres. Puede existir una diferencia en los sueños que tienen. Y eso también se basa mucho en la crianza, la cultura del país, y cómo están posicionadas las mujeres en la sociedad de las diferentes culturas. Pero realmente todas van al mismo punto; todas quieren ser amadas, escuchadas y deseadas en todos los sentidos. En especial, en el mundo de la belleza, sí existen variaciones según el país y la raza y esto se debe a las necesidades que tiene el cabello de ese grupo de personas, según el país como tal.

Te puedo mencionar por lo menos, cuando voy a Sudamérica, dentro de esta región existen lugares como Venezuela, Colombia y Ecuador, donde las mujeres son muy vanidosas. Ahí existe una alta demanda del mundo de la belleza. Al igual que en México. México es un país donde la mujer es súper meticulosa con su cabello, sabe lo que quiere, invierte en su cabello y le encanta. Eso pasa por lo menos en estos países, otros países como Paraguay, Bolivia, más al sur hacía Chile, hacía Argentina a la mujer le gusta verse bien, pero no le gusta invertir mucho dinero en su cabello. Hay ese tipo de variaciones, pero son más culturales. Al final, todas te llevan al mismo punto. Todas quieren ser notadas. Y que las vean. Todas las mujeres quieren que las vean y les digan algo bonito, pero al final, todas quieren ser escuchadas, amadas y deseadas.

Una imagen que refleje tus sueños

Indiscutiblemente tienes que tener claro quién eres tú. Eso es lo primero que tienes que entender, quién eres tú. Quién eres en la sociedad, en tu familia y como persona. Después llega la parte física con un experto que te debe aconsejar según tu forma de cara, color de piel, de ojos y estilo de vida. Porque no puedes hacerle el mismo look a una niña en la universidad, que tiene más tiempo libre, que a una mamá criando tres hijos, o a una empresaria que está en la oficina y tiene reuniones con ejecutivos y clientes. A cada mujer hay que buscarle el look no sólo según su forma de cara, su piel y sus ojos, sino también su estilo de vida. Para mi no tiene congruencia agarrar a una mujer y hacerle un makeover y que al día siguiente cuando ella se vaya a lavar el cabello no sepa qué hacer con su pelo. Porque no se conoce, no le explicaron, o tan sencillo como que esa imagen no entra en su estilo de vida. Porque no tiene tiempo, porque está con los hijos, tiene muchas reuniones, o tiene que levantarse muy temprano, hace ejercicio todos los días, lo que sea. Hay que entender eso muy bien. Y para mi, lo más importante a la hora de hacer un diseño que vaya con la mujer es que me importa mucho saber a qué se dedica la mujer, cuál es su estilo de vida, si ella es madre primero, ¿mujer?, ¿esposa? o quién eres tú realmente como mujer. La mujer puede ser multifacética y lo puede todo. Pero su cabello no tiene que ser en lo único que piensa, sino un complemento a lo que es ella.

La magia de cumplir los sueños

Imagínate, si cuando yo empecé, que se me empezó a sembrar la semilla de esto llamado el mundo de la belleza yo me preguntaba, ¡wow! ¿cómo sería tener el poder en tus manos de cambiar la vida de un ser humano? No le estás cambiando la vida a un espacio de tu casa, a un animal… es a un ser humano. Con lo complejos que son y poder cambiarle la vida y darle la herramienta para que se pueda identificar, conseguir , descubrir. Eso para mí es el mejor regalo que Dios me pudo haber dado en esta vida. Y si tengo que regresar a otra vida, porque no sé cómo es, quisiera regresar como estilista. Indiscutiblemente. De pronto, quizá como actor y bailarín, en escenarios grandes también.

El lado duro de la belleza

Lo más difícil de esta carrera son las historias de cada mujer que se sienta en mi silla y realmente me entrega su tiempo, esperando que yo la pueda escuchar ayudar, dar unas palabras. Historias tan sencillas como quedé embarazada, conocí un chico, estoy emocionada porque conseguí un trabajo nuevo, historias sencillas como de mi ex amiga, mi ex pareja, todo esto. Como ir al extremo de pronto un “me acaban de descubrir cáncer, tengo tres meses de vida y quiero hacer todos mis sueños realidad en tres meses”. Eso para mi es lo más difícil. Te voy a ser honesto, al principio sufría mucho, porque me cargaba todo esto para mi, me lo llevaba a mi casa y no paraba de pensar en eso; con los años he aprendido que cada ser humano lleva su carga. Lleva su historia. Lleva su peso y no me pertenece. Le pertenece a cada quien. Por lo tanto mi función como estilista es escuchar. Escuchar, dar una palabra de aliento, dar una opinión, o simplemente ayudarle a ser feliz.

Eso es realmente para mi lo más difícil; porque a nivel laboral, no existe nada absolutamente difícil porque en mi compañía, en mis peluquerías y donde yo trabajo, trato que las personas que están a mi alrededor sean gente con la misma vibra, energía y forma de pensar que yo; para ir con el mismo flow y el que no encaja, fuera. Por esto es que siempre va a ser manejable en esa parte. No me parece que sea difícil esa parte.

La otra parte difícil es realmente complacer a todo el mundo y esa es la parte más compleja y en la que como artista también he entendido que no a todo mundo lo puedes complacer, siempre va a haber alguien que está insatisfecho, alguien que no está contento…pero nuevamente, no me pertenece. Creo que la madurez, los años y la experiencia me han hecho entender que cada quien tiene su historia y su carga en la vida y lo cargan ellos. No me pertenece.

Retos de un empresario de la belleza

Cuando empecé cometí muchos errores en mis negocios pues no sabía a lo que me estaba enfrentando. Era una persona inexperta en el negocio. Cometí muchos errores que me costaron económicamente. Pero la tuve clara, aprendí y continué. Todos los retos han sido probar, apostando a que lo que yo estoy pensando es lo correcto. No siempre ha sido el caso, pero sí una gran parte. Mi secreto para lograr lo que he logrado ha sido seguir mi intuición. Yo no fui a una universidad para estudiar economía, negocios o administración. No me he preparado como empresario y realmente nunca he contratado a alguien que sea una persona que me maneje a nivel empresarial. Yo soy la persona que siempre ha estado a cargo de todas las decisiones y me he manejado por mi intuición. Ahora, no lo llamo suerte, yo simplemente estoy alerta a las cosas que están pasando y estoy pendiente de todas las oportunidades que me puedan generar un ingreso económico. Siempre. Porque somos artistas y los artistas estamos en La La Land, viviendo en el mundo de la fantasía, pero yo también soy una persona centrada y quiero tener una calidad de vida y un status económico. Por lo tanto siempre estoy pensando, ¿cómo puedo invertir para generar?

Siempre escucho mi intuición, lo que está pasando. Pregunto por aquí y pregunto por allá y lo voy haciendo siempre. Lo único que siempre me ha funcionado es seguir mi intuición. Indiscutiblemente. Y trabajar muy duro. Soy una persona a la que no le pueden decir que lo que tiene no lo trabajó. A mi nadie me lo regaló, nada me llegó gratis. Yo lo he trabajado. Mis primeros tres años de peluquería trabajé de lunes a lunes de ocho a diez de la noche. De lunes a lunes. Ni días libres, ni días festivos. Porque yo decía, yo tengo que hacer mi base y tengo que trabajar.

En esos tres años, ni un par de medias me compré, a ni una fiesta fui, en ninguna discoteca me gaste una copa de alcohol, nada. Absolutamente nada. Yo estaba concentrado en formar mi base, mi clientela, mi base económica como empresa. Y otra cosa, muy importante. Yo tengo dinero, ahorro e invierto. No lo ahorro y lo dejo guardado. El dinero guardado no te lleva a nada. Dinero guardado e invertido es lo que te genera.

El mejor consejo que ha recibido Gabriel Samra

Yo siento que soy el que da el consejo más que recibirlo. Definitivamente mi padre y mi madre han sido los que me han demostrado a través de sus acciones cómo se debe vivir en esta vida. Por lo tanto, no tuvieron que darme un consejo, yo lo vi desde que nací. Como era mi mamá apoyando los negocios de mi papá. Yo lo viví , crecí en un negocio con el chin chin de la máquina.

Vi a mi papá irse a trabajar por días para invertir en el negocio. Hoy generalmente yo soy quien da consejos, más de los que me dan. Soy una persona que leo mucho, me encanta la lectura y a través de los libros y las palabras de grandes autores busco ese consejo. Me han ayudado a través de la metafísica para saber cómo debo vivir mi vida.

El futuro para Gabriel Samra

Me hacen mucho esta pregunta, no solo en entrevistas sino también la gente a mi alrededor, porque ven mi crecimiento y evolución y dicen, y ¿ahora qué? y yo digo, no lo sé. Por ejemplo, hace un año yo no sabía que iba a tener una academia online tan exitosa. Un día lo soñé, me levanté y empecé y ahora es un éxito. Hace quince años no sabía que yo iba a tener una peluquería en México. Un día me levanté puse un post en las redes sociales, funcionó, atendí un par de clientas, conocí en ese momento a mi socia y mi socia me dio la oportunidad y abrimos. Yo no sé. No lo sé. ¿Qué quisiera? posiblemente me veo como una academia física donde viene gente de todas partes del mundo a aprender, a pasarse una temporada en Miami, como un mes, mes y medio, asegurándose, eso es un sueño. ¿Qué más veo? Productos que yo considero necesarios para mi trabajo para complementar lo que hago.

¿Cómo me veo? trabajando en Dubai, en Europa, en las Américas, Asia y exponiendo mi arte para mostrar al mundo de qué estamos hechos los latinos y el talento que tenemos. Me veo. ¿Qué viene después? Te lo juro, no lo sé. Pero ahora que estoy recapitulando, siempre que me hacía una expectativa de algo terminaba decepcionado y en la decepción bajaba mi energía y mi escala de vibración. Porque la decepción viene acompañada de tristeza, de miedos, de energía negativa y la mente de Gabriel Samra cuando crea algo crea algo excepcional, diferente, auténtico y generalmente por encima de las escalas de muchas personas y con los años aprendía a vivir sin expectativas. De nadie, ni de nada. Eso me llegó a vivir el momento y esperar que cada quien que llegue a mi vida a portar algo, ya sea un trabajo, una entrevista, un momento que voy a vivir, sea único y me deje un buen sabor de boca y luego pueda decir, qué rico. Me gustó, lo disfruté, aprendí y vamos por la próxima.